lunes, 26 de noviembre de 2007

Laguna de Peñalara

Sábado 24 de noviembre por la noche en mi casa. Estoy viendo algunas fotos de la sierra en internet y está preciosa. Ha nevado y esa sustancia blanca que tan agradable ruido hace al pisar inunda los caminos. Además, la capa no es muy gorda y la nieve no se ha transformado todavía. ¡Yo quiero ir!

La mayoría de los miembros del club o no podían o están en la convivencia de catequistas. (A los que no llamé es que no sabía si les iba a sentar bien que les llamara a las 12 de la noche). Al final, Inés se presta a acompañarme. Busco alguna ruta y decido que el macizo de Peñalara puede estar muy bonito. Además, la Laguna de los Pájaros tiene que estar muy bonita congelada!! No se hable más.

A la mañana siguiente, la sierra parece pelada desde Madrid. Mis ánimos decaen, pero nada más llegar a Cotos, se me ilumina la cara. Y no es para menos con estos paisajes:


Aquí está Inés, que también se le ilumina la cara con el paisaje:


Comenzamos a andar a las 10:00 más o menos,y en menos de una hora ya estamos llegando a la Laguna de Peñalara. Justo antes de llegar paramos y hacemos alguna foto:


Sin mucha complicación más seguimos andando y llegamos a la Laguna de Pelañalara. Al fondo se ve la Hermana Mayor de Dos Hermanas.


Por el camino, Inés posando en el puente que lleva de camino a la Laguna de los Pájaros:


Seguimos un poco más y nos encontramos con dos conocidos de la parroquia. La verdad es que esto parece el Vips de Mirasierra en vez de el Macizo de Peñalara!


Ya queda menos para llegar al fianl. Por esta parte, la nieve está un poco más helada y resbala.


Gracias a Dios no hay accidentes, y llegamos a la Laguna de los Pájaros, bastante más bonita y algo menos frecuentada que la de Peñalara. Al fondo, el Pico de Peñalara y el riscos de los Claveles y el de los Pájaros:


Llegamos sobre la una menos cuarto, muy bien de tiempo. Aprovechamos para comer y disfrutar un rato del aire fresco de la montaña. Parece una tonteria, pero huele especialmente bien cuando nieva. Nos cercioramos bien de no haber dejado rastro de nuestro paso por aquí y nos volvemos. LLegamos a las 15:00 más o menos al coche. Muy bien, por que así me da tiempo a ducharme antes de las clases particulares. Una ruta muy bonita, más asequible que otra y muy recomendada antes de que se hagan necesarios los crampones.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Navalperal de Tormes, Cinco Lagunas y Almanzor

Bueno, a la tercera va la vencida. O a la segunda en mi caso. Tras un intento fallido de realizar esta rute en septiembre, en la que un miembro del equipo enfermó, decido volver a intentarla. El proyecto ya estaba echo. Las condiciones son un poco peores: más frio y menos horas de luz, pero la experiencia está de nuestra parte. Se trata de hacer vivac al lado del coche en el aparcamiento de Navalperal, a la mañana siguiente subir al Almanzor por Cinco Lagunas y dormir haciendo vivac en Laguna Grande. A la mañana siguiente, vuelta a Navalperal.



Esta vez el equipo cambió, dos amigos de mi escuela con los que escalo fueron los engañados para la ocasión. Aunque la verdad no me costó mucho, me bastó con decirles que podíamos llegar a los 1500 metros de desnivel de subida acumulado en un día, unas 11 horas andando, que tras esto nos esperaba una trepada de segundo grado con grandes macutos y dos noches de vivac a -4 grados.

Mi material: mochila de 60 litros, saco de fibra de temperatura de confort 4 grados (no tengo otro y lo que no te mata te hace más fuerte), capa de agua como funda de vivac, un forro polar, una cazadora de esquiar, un gorro polar, esterilla marca quetchua gris (craso error, lo sé), hornillo msr, dos bombonas de gas de 250 gramos, pote, cuchara, cazo, mapas, brújula, navaja, pastillas potabilizadoreas, dos cantimploras de 1,4 l y comida para dos desayunos dos comida y dos cenas. Ah, y los bastones. Total: 17 kg de peso. No está mal, va a ser divertido.

El miércoles a las 8 acabamos las clases y tras los últimos preparativos partimos. Llegamos a Navalperal a las 12 de la noche. Cena, infusión para entrar en calor, me pongo toda la ropa de abrigo que tengo, y al saco. Me agarro los machos y me preparo para una noche muuuy larga. Por la noche duermo de lado para minimizar la superficie de contacto con la esterilla. Está fria. A la mañana diguiente, nos despertamos con esa cosa blanca encima de nosotros:



Desayuno rápido y a andar, el día va a ser largo. Muchas fuerzas y mucha ilusión:



Además de un bonito paisaje otoñal:



A la derecha vamos y por la izquierda volveremos:



En seguida, mis compañeros me piden que les diga que ruta vamos a hacer, por que todavía no me había dador tiempo a explicarla. Desde el cariño, me llaman de todo:



Desde aquí ya se ve casi la portilla de Cinco lagunas, parece lejos pero todo llega:



Nuestro querido y conocido Chozo de la Barranca:



La primera laguna que vemos, el paisaje es inmejorable:



A continuación la primera subida escarpada. No es muy larga, pero el macuto pesa. Pero bueno, estamos frescos y en seguida llegamos a arriba. Disfrutando de las cinco lagunas y casi sin parar enfilamos la portilla de Cinco Lagunas. Esta ya cuesta un poco más, pero también se sube bien. Ya queda menos, y la ilusión de saber que es la última subida de ese estilo nos hace ir rápido. lAs vistas desde arriba a ambos valles son impresionantes... Ya desde arriba:



Presento al equipo. A la izquierda Pablo, asiduo alpinista invernal. A la dereca Marco, asiduo escalador deportivo (el otro día nos deleitó con un 7b a vista, gran tipo). Y en medio yo. Recién iniciado en al montaña, llevo un mes escalando y no hago más de 6a, y mi alpinismo se reduce a mi ascensión al Aneto en verano. Pero bueno, en ilusión, voy sobrado.



Primeras trepadas camino del Almanzor:



Por fin, la cima. Yo por lo menos extenuado. Los brazos cansados, las piernas al rojo vivo y mis reservas de glucógeno por los suelos. Pero bueno, lo he consiguido, y la felicidad que siento en ese momento es indescriptible:



En la antecima descansando:



De camino a Laguna Grande, las caprichosas formas del hielo nos deleitan:



Es precioso ver como se fusiona con el musgo:



Pero bueno, hay que darse prisa que ya está anocheciendo y todavía nos queda un poco:



Al final llegamos con frontales. Encontramos un buen sitio para vivaquear y cenamos. Macarrones de sobre y mucha agua caliente e infusiones para rehidratarnos y entrar en calor. Estiramiento y a la cama. Esta noche fué menos cruel con nosotros o ya estaba acostumbrado. O tal vez estaba tan cansado que no me dí cuenta del frio, pero dormí del tiron. A la mañana siguiente:



La vuelta, preciosa también. Al final, un bonito paisaje otoñal:



Conclusión. Una ruta preciosa. Mantenida en belleza, con pasos ligeramente técnicos al final (muy fáciles, no presentan mayor dificultad si no tienes vértigo), larga y muy agradecida. Con buen vivac para los que no gustan los refugios, y agua en todo el recorrido. Yo para eso soy previsor,y llevaba pastilas potabilizadoras de clorina por si acaso. Luego disimulaba el sabor con isostar en polvo y ya está. Se la recomiendo a todo el mundo que se vea con fuerzas.

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