jueves, 6 de septiembre de 2007

Ascensión al Aneto

Al final del campo de trabajo Gonzalo y yo no nos volvimos con todos en el autobús. Nos quedamos, y nos subimos al Aneto, 3404 metros, el más alto de los picos del pirineo. La subida, increíble. Posteo para los que todavía no me hayáis oído contar el rollo y enseñaros las fotos.

Lo primero fue cambiarnos de valle al de Benasque. Nada más irse el resto, nos despedimos de Don Rafael y cogimos el coche. Podíamos dar un gran rodeo, o cruzar directamente por una pista forestal. Decidimos lo segundo, no íbamos muy bien de tiempo. De la pista sólo digo que menos mal que los neumáticos tienen garantía de kilometraje mínimo...

Por fin, llegamos a Benasque. Gonzalo se despierta y nos aprovisionamos para la subida. Compramos cena, desayuno, almuerzo, comida, merienda y una cámara desechable. Próxima parada: Aneto. En media hora llegamos, dejamos el coche en un aparcamiento y un autobús nos lleva al sitio desde que se empieza andar, a unos 2100 metros de altitud. A lo lejos, por la cumbre de las montañas un poco más al norte bajan unas nubes de esas que te erizan el pelo de la nuca.... Si al día siguiente nos encontrábamos niebla o tormenta, la ascensión se iba a volver muy difícil por no decir imposible.

Comenzamos a andar y llegamos al refugio de La Renclusa. Nos encontramos a un hombre muy simpático que nos cuenta que es la segunda vez que intenta subirlo, la primera se quedó en el Portillón.Todo el mundo que había por allí llevaba únicamente una pequeña mochila con crampones, piolet si acaso y agua. ¿La razón? En el refugio te dan cama, cena, desayuno, una bosita para el almuerzo... En fin, sólo les falta llevarte a cuestas. Yo soy de los que piensan que cuanto menos tengas que adaptar la montaña a tí para subirla, mejor. Distinto puede ser una casa abandonada de pastores que haga las veces de refugio, pero que se limite a porporcionarte unas paredes y un techo. La Renclusa tienen hasta calefacción. Eso es más hotel que refugio!! Pues eso, que seguimos andando y más arriba en un lugar más o menos acogedor, nos plantamos, cenamos y hacemos vivac.

Mañana siguiente, el despertador suena a las 6:00. Ni una nube en el cielo, pero un frío de narices. A ver quien es el machito que sale del saco. Total, que nos vestimos corriendo empezamos a andar y decidimos desayunar cuando hayamos entrado en calor. La subida, increíble. Todo rocas, ni un camino cómodo, pero vas tan ilusionado que no notas el cansancio. Pasamos el Portillón (el cual, debido a un fallo logístico, cresteamos un rato antes de darnos cuenta que ese no era el camino) y lo vemos: el glaciar, y a lo lejos el Aneto. Parece que está al lado, y todavía queda lo peor...

El glaciar, agotador. Precioso, pero agotador. El glaciar, no en balde, tiene fama de poner a prueba las fuerzas de todos los que intentan llegar al Aneto (que para bien o para mal, no son todos). Gonzalo me pregunta si quiero parar, le digo que cinco minutos más. Al final no paramos hasta la cumbre... El Paso de Mahoma, muy fácil. Si tienes vértigo y te paras a mirar hacia abajo puede dar miedo. Pero vamos, las presas son muy muy buenas, no hay que escalar propiamente dicho (es más o menos horizontal) y siguiendo el método de los tres puntos de apoyo se llega sin problemas. Sólo se ha matado uno, y es por que le cayó un rayo... La cima espectacular, un mar de montañas. Sólo nos quedamos con las ganas de tener algún tipo de pañoleta o algo de la parroquia para dejar constancia de esta pequeña conquista. Llegamos arriba a las 11 y media y tardamos media hora en comer.

La bajada, igual pero al revés. Más cansada y pesada. Se no hizo bastante más larga. Por fin, a las 6 de la tarde llegamos al coche. A las 12 de la noche estábamos en Madrid... Por cierto, en el autobús de vuelta nos encontramos al hombre del refugio. Se había quedado a mitad del glaciar. Pero bueno, como le dijo Gonzalo, el Aneto no se iba a mover de allí... Finalemente, Santa Teresa 2- Aneto 0

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que envidia me dáis, muy bonita subida si señor.

Anónimo dijo...

Impresionante subida. Yo la hice ya hace bastante tiempo, pero lo recuerdo perfectamente. Mi asignatura pendiente es el Monte Pérdido, que comienza en la Cola de Caballo, una cascada impresionante a las faldas de este monte.

P.D.: A ver cuando se hace la primera subida...

Pepe Gª-Carpintero dijo...

Que gran post. Evidentemente se ve la sangre escocesa que fluye por vuestras venas. Hace unos años estuvimos allí de campamento, en las faldas del aneto y comparto todos los comentarios, impresionante.

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