Los bastones de travesía. A mucha gente, le parecen una tontería. Yo pensaba lo mismo, que no servían para nada, hasta que, por unos motivos u otros, me decidí a probarlos. Es cierto que no son indispensables (a no ser que tengas rodillas delicadas o algún tipo de operación, en cuyo caso te recomiendo fervientemente que los uses), pero son tremendamente útiles.
Llevar un bastón permite aligerar la carga de las rodillas hasta un 5% en los momentos de mayor carga (las bajadas), mientras que dos bastones lo hacen hasta en un 15%. Esto es lo que dicen los estudios. Yo, personalmente, pude comprobar que te cansas las mitad, y que recién operado del menisco me permitían subir y bajar por la montaña como si nada. Consejos:
La empuñadura: Es uno de los detalles que más deberemos valorar en los bastones. El corcho resulta agradable y transpira muy bien, es mi favorito. En contra, que no es excesivamente duradero. El caucho es suave y esponjoso, y para nada recomiendo el plástico pues sin guantes no resulta muy cómodo y puede hacer rozaduras.
Importante: que tenga dragoneras, no es muy divertido que se te caiga alguno pendiente abajo. Para las subidas más duras un grip bajo la empuñadura es útil, pero no es indispensable pues si lo require siempre se le puede acoplar los que venden para raquetas.
Los tramos: Los más cómodos son los de tres tramos. Pesan ligeramente más pero ocupan muchísimo menos cuando los pliegas. Aunque los de dos tramos son algo más resistentes, en mi opinión sólo son más recomendables para el esquí de montaña.
Hay algunos que llevan amortiguadores de choque ("antishock") entre el primer y segundo tramo. Algo útiles pero muy contraproducentes si el terreno está humedo y blando o hay algo de nieve (además son más caros). En mi opinión, no merecen la pena.
El sistema de expansión suele ser el factor determinante en la duración de los bastones. Los que menos fallan son los de pinza exterior, pero los que más se venden tienen un pinza exterior expandible. Asegúrate de que no parezcan endebles.
La punta: Las puntas de acero Widia son las únicas que aguantarán el tipo el tiempo suficiente. Las más baratas (las de aluminio) serán las primeras en partirse o desgastarse. Si son recambiables (tampoco indispensable para las buenas) cerciórate de poder encontrar recambios.
La arandela es importante para la actividad que vayamos a realizar. Fíjate que se puedan cambiar, en casi todos los sitios se pueden encontrar sueltas. Arandelas anchas o flotantes en nieve (para que no se hundan), ninguna o muy estrechas para montaña (para que no se enganchen en la maleza) y unas mini botas protectoras que cubren la punta para carretera (el asfalto es muy abrasivo).
Precio orientativo: de 40 a 140 € el par.
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